miércoles, 1 de abril de 2015

UN MONUMENTO A LA PERSECUCIÓN DE UN SUEÑO: NADA ES IMPOSIBLE.

Cuando yo lo vi, no era más que una chiquilla que casi no podía apreciar la grandeza de lo que tenía delante de mí. Esa construcción, de la que tanto quedaba por hacer, de la que tanto se había hecho ya, la estaba levantando una sola persona: una catedral dedicada a la Virgen del Pilar, eso me dijeron que era. En mi cabeza de niña aquello era inimaginable, algo que desencadenó en mí la misma expresión de admiración que si estuviera delante del mayor truco de magia. Y es hoy, en la edad adulta, que me resulta igualmente inconcebible, si bien ahora sé que nada es imposible si se hace con el corazón.
Y recuerdo a un señor con un mono de trabajo azul, delgado, de tez morena, de trato afable y no muy limpio, cuyas manos, ropas y pelo estaban cubiertos por el polvo del trabajo, que siempre engrandece a la persona. Y ya por aquel entonces, ese señor me pareció muy mayor.
Hace unos días llegó a mis manos un periódico en el que leí un artículo sobre Justo Gallego —así se llama el hombre— y la catedral a cuya construcción ha dedicado toda su vida en Mejorada del Campo, un pueblo que no está lejos de Madrid. Y leerlo me emocionó: Justo, a sus noventa años, sigue construyendo su catedral y teme que a su muerte sea derruida. No lo oculto, se me saltaron las lágrimas.
Esa obra es digna de admiración, todos deberíamos verla antes de decir que algo es imposible. Y no diré ya que es una catedral dedicada a la Virgen del Pilar, que lo es, sino un monumento a la persecución de un sueño, a lo que el ser humano puede hacer con la fuerza del corazón, pues solo así soy capaz de entender que una sola persona haya conseguido hacer esto. Y ello debería ser reconocido, ensalzado y protegido.
Por cierto, que los materiales con los que está construida son reciclados, utiliza los que él encuentra y los que le da la gente. Tampoco tiene estudios de arquitectura.
Sí, me da pena que un día pueda ser destruida, pues entre los ladrillos de esa catedral siento que hay un trocito de todas aquellas personas que alguna vez hemos tenido la ilusión de cumplir un sueño, se haya realizado este o no.
Es necesario que quede el ejemplo, que alguien diga que sí es posible, que al levantar los ojos podamos constatar lo que en esencia es el ser humano.



No hay comentarios:

Publicar un comentario